Un proyecto con
IKEAEl hogar debe servir como refugio frente a los elementos externos y también para cultivar nuestro bienestar. Crear una burbuja en casa es fácil y económico si sabemos qué teclas tocar.
CASA BURBUJA
Es el lugar donde estamos más tiempo, aunque parezca mentira. 900 minutos, es decir 15 horas, pasamos los españoles de media en nuestra casa, según un estudio de la AMC. Por eso, no es de extrañar que, más allá de los aspectos constructivos, cómo es el diseño nuestra casa y cómo nos sentimos en ella sean factores que influyen en nuestras emociones y en nuestro cerebro y que la psicología pone cada vez más el foco para analizar el bienestar y la salud emocional de la población.
Hay pequeños gestos que pueden convertir nuestra casa en una burbuja de felicidad, es decir en una fuente de bienestar, un espacio donde se respira tranquilidad y que produce ese ansiado, en este mundo hiperconectado y estresado, efecto relajante. En el fondo, se trata de simplificar, despejar y dar importancia a los elementos que nos hacen sentir bien.
Los sistemas de almacenaje son perfectos para clasificar y ordenar. También ayuda tener un lugar para cada objeto, hacer la cama, recoger la cocina todos los días o tener la ropa ordenada y guardada.
ORDEN 01
Está comprobado que el desorden genera ruido visual, eleva los niveles de ansiedad y estrés, y favorece problemas de concentración y de sueño. Pero, como diría Marie Kondo, ordenar no solo significa tener un espacio para cada cosa, sino soltar lastre y decir adiós a aquello que acumulamos y no necesitamos.
Tener una casa ordenada ayuda en lo práctico, apuntan los expertos, a ser más eficientes en nuestras actividades. En lo psicológico, un mayor nivel de orden en el hogar se asocia a un mayor bienestar y felicidad porque nuestra casa se convierte en un refugio personal frente al caos.
Construir nuestro propio rincón de paz es tan sencillo como colocar objetos que nos ayuden a disfrutar de nuestra afición favorita y unas cuantas plantas, que marcarán la diferencia
PLANTAS 02
Verde que te quiero verde. La presencia de la naturaleza aumenta la sensación de relajación, paz y bienestar y reduce el estrés. Puedes optar por muebles y objetos hechos con fibras y materiales naturales y por poner plantas tanto en el jardín, la terraza o el balcón como en el interior, desde las ventanas al escritorio, el salón o las habitaciones. Ayudan a purificar el aire, fomentan la creatividad y nos ponen de mejor humor. Bienvenidos potos, montseras, ficus, suculentas, cintas…
Cada tono proporciona sensaciones distintas: los verdes aportan tranquilidad, relax y armonía, los tierra son relajantes. El blanco da amplitud y es sinónimo de frescura, luz y calma.
COLOR + LUZ 03
El color y la iluminación son determinantes para aspectos fundamentales como el descanso, la concentración y el estado de ánimo. ¿Un ejemplo? Solo cambiar de color una habitación, unos cojines o un mueble genera un cambio significativo en el estado emocional. Los colores más fuertes son perfectos para dar energía, mientras que los suaves, como los pasteles, aportan sensación de calma y relajación.
Una pared pintada con objetos relacionados con nuestras aficiones nos ayuda a mantener todo ordenado y refleja nuestra propia personalidad en nuestro hogar.
TU PERSONALIDAD 04
Lo más importante es sentir que nuestra casa es nuestra y nos representa. ¿Cómo conseguirlo? Basta con pintar un pared de nuestro color favorito, integrar en la decoración recuerdos u objetos que representen nuestras aficiones o imprimir, enmarcar y colgar fotos de viajes o momentos importantes. Son solo tres ejemplos sencillos que ayudan a que nuestra casa refleje nuestra personalidad y sea, de verdad, un lugar en el que sentirse a gusto y protegido.
Manuel Delgado, responsable estratégico de Diseño de Interiores de IKEA Ibérica, recuerda que el estudio Hogares con Psicología 2022 “establece una relación directa entre variables relacionadas con el hogar —como el orden—, y las sensaciones de bienestar, felicidad, ansiedad o soledad”.
“Tu casa puede ser una fuente de bienestar, un espacio donde se respire paz y tranquilidad. Conseguir una casa burbuja depende de dos variables: por un lado, el control de temperatura, ruido, luz y calidad de aire hará que nuestro hogar sea más saludable y nos haga sentirnos bien. Por otro lado, hay aspectos como el orden y la elección de colores —preferiblemente neutros y pasteles—, la conexión con la naturaleza a través de las plantas y materiales como las fibras naturales, algodones, linos…”, concluye.
La voz del experto
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Para conseguir convertir el hogar en una casa burbuja que nos haga sentir bien y refleje nuestra personalidad, apuntan los expertos, la decoración es un elemento clave ya que transforma la atmósfera de un espacio. En este sentido, variables como el color o la iluminación, las plantas o dar utilidad a los espacios son fundamentales para conseguirlo. Y, por supuesto, el orden.
En definitiva, resume Katie McCrory, responsable del informe sobre la vida en el hogar de IKEA, “siempre hemos pensado que la forma en que uno se siente en su hogar tiene un gran impacto en la forma en que uno se siente consigo mismo. El hogar es algo más que un lugar físico. Es una extensión de la identidad, un entorno emocional. Tiene sentido que te sientas más cómodo y más seguro en lugares que sientes innatamente tuyos”.
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Nuestro hogar es nuestro refugio y esto es algo que hoy cobra más vigencia que nunca. Vivimos tiempos en los que, por un lado, somos más conscientes de en qué nos gastamos el dinero. Por el otro, seguimos buscando maneras de celebrar y ser felices.
