Esto ha provocado que los españoles tengamos una mayor y mejor percepción del hogar respecto a antes de la pandemia, según asegura el experto. “También en la pandemia, el hogar fue nuestro refugio y nuestro sitio de reunión, lo convertimos en nuestro lugar de hobbies, de pasiones y de encuentros también”, añade.
El experto también apunta a un cambio en la manera en la que nuestro hogar refleja quiénes somos: “el hogar ha evolucionado y ha dejado de ser el hogar aspiracional en el que nos mostrábamos tal y como queríamos que el mundo exterior nos viera para realmente mostrarnos cómo realmente somos. Y eso tiene que ver mucho con quiénes somos, a qué nos dedicamos y, sobre todo, cuáles son nuestros hobbies y nuestras pasiones”.
¿Quieres hacer ejercicio y nunca encuentras tiempo para ir al gimnasio? Pues que el gimnasio venga a ti. No hace falta que le dediques una habitación entera si eso implica irte a dormir al sofá. Puedes adaptar un pequeño espacio con los básicos que te permitan entrenar sin salir de casa, como una esterilla o toalla, unas pesas, cintas elásticas y tu botella de agua.
Para que te resulte más fácil, deja todo lo que necesitas bien a mano en una caja, cesta o baúl. Si lo que te gusta es el yoga o el pilates, lo mejor es apostar por un espacio ordenado que inspire calma a base de velas, esencias o plantas. Puedes dividir la estancia con un biombo o estantería para tener más intimidad. Apunta este consejo tan pro: una barra de cortina en la pared te servirá para apoyarte y colgar el material.
Que toda la familia pueda disponer de un rincón para desarrollar sus intereses manuales, como el bordado, la carpintería o el dibujo, es importante para el bienestar mental. Un espacio versátil y flexible que sirva tanto para pequeños como para mayores, bien organizado para que no malgastéis el tiempo buscando cosas. Todo ordenado y al alcance. Una mesa plegable puede convertirse en un taller de costura, y si colocamos encima un buen protector, también puede ser un taller de carpintería.